Una asociación para los vecinos y trabajadores usuarios de cannabis en una de las áreas más visitadas en la ciudad de Barcelona.
La sede de este club está situada en el barrio de la Sagrada Familia, muy cerca de la famosa Basílica. Una zona muy dénsamente poblada que además cuenta con cientos de negocios básicamente enfocados a etender todas las necesidades de los miles de visitantes y vecinos que todos los días transitan por esta concurrida zona.
En el barrio, tanto los vecinos como los trabajadores usuarios de cannabis, encuentran en el Club 311 un espacio ideal para poder disfrutar de los mejores humos en un ambiente familiar y tranquilo. Abierto en 2018 la asociación siempre ha cuidado por tener un local acondicionado, con todas las necesidades para que los miembros se sientan realmente como en su casa. Una ámplia recepción con toda la seguridad para la entrada de los miembros y para poder dar información a aquellos usuarios que puedan acercarse a preguntar.
Los asociados cuenta dentro del local con varias zonas distribuidas en un único gran salón. Cómodos sofás y mesas distribuidos para poder estar sentados charlando, relajados trabajando o pasando el rato jugando. Cuenta con una decoración de motivos florales, así como cuadros de estrellas del cine, la música y la cultura general. Suele estar iluminado con luz tenue y amenizado con una continua selección musical de todos los estilos aunque se nota un gusto particular por los éxitos de los 80 y 90 del siglo pasado, sobre todo el pop, hiphop y RnB.
Todos los miembros se deleitan con sus variedades favoritas de cannabis, mientras charlan y comparten sus experiencias. La asociación colabora con campañas de prevención de riesgos en el consumo de cannabis como "RDRCannabis" y los librillos y materiales informativos están a disposición en la sede para su consulta. Además disponen de máquinas de refrescos , bebidas calientes y aperitivos para cuando es necesario un poco de energía tras el consumo de las flores pues hidratarse y tener cerca unos "dulces" es esencial para contrarrestar algunos de sus efectos.
Los usuarios de cannabis del barrio están orgullosos de poder tener este espacio ideal para reponer fuerzas durante el día, donde con mucho esmero cuidan por seguir buenas prácticas, asesorar e informar, además de colaborar con el vecindario.
